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sábado, 9 de noviembre de 2013

Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas

Hace mucho tiempo había un joven llamado D'Artagnan. Creció en un pequeño pueblo de campo en Francia. D'Artagnan quería ser un mosquetero. Estos eran los soldados que protegían al rey. Un día D'Artagnan partió a caballo hacia París para tratar de unirse a los mmosqueteros. Era un joven lleno de bríos, pobre pero orgulloso. Usaba una pluma en el sombrero y una espada al costado. Era un excelente esgrimista que nunca había sido derrotado en un duelo. En el camino a París, D'Artagnan se detuvo en un mesón llamado El Molinero Alegre. Allí vio a un hombre llamado Rochefort, que trabajaba para el cardenal Richelieu. El cardenal era un hombre poderoso. Ayudaba al rey a gobernar Francia. Rochefort estaba hablando con una misteriosa mujer. Su nombre era Milady de Winter. Debía espiar la mujer al duque de Buckingham, quien era un buen amigo de la reina de Francia. D'Artagnan llegó a París. Allí supo que el cardenal Richelieu conspiraba contra la reina, Richelieu quería más poder. Quería ser el único consejero del rey. Pero el rey también pedía consejos a su esposa, la reina. Por eso era que Richelieu conspiraba contra ella. Quería volver al rey contra la reina.La reina conoció al duque de Bucknigham cuando éste visitó París como embajador inglés. Richelieu ordenó a sus agentes que espiaran a la reina. En una ocasión en que la reina se reunió en secreto con el duque, le dio una caja que contenía doce botones de diamentes. Rochefort lo descubrió y lo informó a Richelieu. éste decidió usar esta información para tender una trampa a la reina. Entretanto, D'Artagnan había descubierto que primero tenía que ser un soldado menos importante antes de poder convertirse en mosquetero. No tardó en hacerse amigo de los hombres conocidos como Los Tres Mosqueteros. Sus nombres eran Athos, Porthos y Aramis. D'Artagnan se unió a ellos en una batalla contra los guardias de Richelieu. Demostró que podía manejar una espada tan bien como el resto. Su lema era "Todos para uno y uno para todos". Richelieu le escribió a Milady de Winter a Londres. Le ordenó que robara dos de los doce diamantes que la reina le había dado al duque. Richelieu estaba seguro de que ella no tendría los doce. El rey reñiría entonces con ella por haberlos regalado. Pero D'Artagnan se enteró de la conjura y él y los tres Mosqueteros acordaron ir a Londres a pedirle al duque los doce diamantes. Luego se los devolverían a la reina. Pasaron por el canal de la Mancha pero por el camino fueron atacados por los guardias de Richelieu. Al ser heridos los Tres Mosqueteros, D'Artagnan se quedó solo para el viaje. Subió a un barco y cruzó el cana. Partió al galope hacia Londres. Allí el duque aceptó devolver los diamantes. Milady de Winter ya había robado dos de los doce diamantes. Richelieu no creía que la reina fuese capaz de explicar por qué sólo tenía diez diamantes. Esto pondría al rey furioso contra ella. Entonces, el rey acudiría aún más a Richelieu en busca de consejos para gobernar Francia. No obstante, en Londres, al duque se le ocurrió un plan. Primero, prohibió zarpar a todos los buques en puertos ingleses. Esto evitaría que MiLADY cruzara el canal con los diamantes robados. Luego, el duque le dijo al joyero que hiciese dos botones de diamantes idénticos a los otros diez que tenía. De este modo, D'Artagnan podría llevarle a la reina los doce diamantes. D'Artagnan entregó los doce botones de diamantes en el palacio real. El rey contó los diamantes de la reina mientras Richelieu observaba. Gracias a D'Artagnan la conspiración del cardenal había fracasado. La reina le recompensó. Este reunió a sus amigos los Mosqueteros y vivieron muchas aventuras más. Su lema siempre era "Todos para uno y uno para todos." D'Artagnan había conseguido la meta que pretendía al llegar a París: ser uno de los mosqueteros del rey.

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